«Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?»
Lewis Carroll. Alicia en el país de las maravillas.
Por fin, luego de años de entrenamiento y llevada de la mano por la sonrisa de su felino, decidió quitarse la venda de los ojos. La promesa de infinito, tantas veces anunciada, la estremece del cabello a las uñas. Alicia, la de las maravillas, levanta los párpados, maravillada,
para no ver.
Julio, 2009.
4 comentario/s:
Ange,
Siempre el cuento de Alicia, fue un misterio para mi, sentí que no era cuento de niños yo nunca lo entendía, no me era simple, más bien un libro con muchas metaforas...
¿que decida el gato para donde ir?
Yo soy la reencarnación del gato de Cheshire; por eso a veces me véis, a veces no...
S.B.
Alicia decidió quedarse en ese otro mundo...maravilloso. Con sus margaritas habladoras, corriendole a la reyna de corazones. Prefirió ver los dientes cínicos del gato de Cheshire, tomar té con el hombre del gran sombrero.¿Quién rompio el espejo? ¿Habra sido Katty? esa gatita tramposa que ahora duerme la siesta de la hora desierta, en aquel mundo tan lejano al suyo,y al que nunca más quiere volver.
Hermoso!
Un beso! nos vemos!
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