Eso. Simplemente caminar por Santiago cuando el sol se ha ido. Caminar cuando la lluvia ha dejado a su paso un aire gélido, sí, pero también un aire puro, como pocas veces se puede apreciar en esta ciudad.
Mi vecina (M.) y yo dimos un paseo bien conversado que culminó en el descubrimiento de un pequeño local especializado en tés y cafés. Tenían más de cien variedades, con todas las esencias y aromas que se pudiese requerir. Nosotras olimos y degustamos, aprovechando la ocasión. Fascinante.
Mi vecina (M.) y yo dimos un paseo bien conversado que culminó en el descubrimiento de un pequeño local especializado en tés y cafés. Tenían más de cien variedades, con todas las esencias y aromas que se pudiese requerir. Nosotras olimos y degustamos, aprovechando la ocasión. Fascinante.